Puede que las TV sigan creciendo y las tecnologías que implementan sean cada vez más ambiciosas, pero para quienes amamos el séptimo arte, la experiencia de ver películas en el cine es algo especial: los tráilers iniciales, las palomitas, las luces apagadas y ese sonido que nos envuelve para sumergirnos en el film. Montar un cine en casa es una misión tan exigente que a menudo está determinada no solo por la estancia disponible sino por nuestro presupuesto.
En esta megaguía para montar un cine en casa repasamos todo lo que tener en cuenta y os sugerimos varias propuestas para que lo hagáis realidad independientemente de vuestro bolsillo.
No hay discusión: la experiencia más parecida a una sala de cine nos la ofrece un proyector. Su gran ventaja frente a los televisores es que para uso doméstico, la relación precio por pulgada suele ser mucho más favorable que la de los televisores, salvo que nos vayamos a la gama altísima ?. Y esa es la principal razón, aunque
Así, moviéndonos en modelos a partir de mil euros ? El precio de partida para proyectores dignos para este escenario de uso ? Podremos conseguir proyecciones de imágenes de 90, 100 o 120 pulgadas, tamaños que o directamente no existen en formato televisor o cuyo coste es notablemente más elevado... A no ser que nos vayamos a las gamas más sencillas, lo que llevará implícito sacrificios como el procesado de vídeo.
Aunque los televisores de gama alta ofrecen mayor calidad en alto rango dinámico y mejor contraste que un proyector, la limitación en el tamaño de las TVs por un lado y su precio por otro, hacen que los proyectores sean el dispositivo más recomendable.
Si bien es cierto que los televisores ganan a los proyectores en potencia luminosa, a no ser que apostéis por una sala donde las entradas de luz no puedan taparse ? Algo extraño si queréis montar una sala de cine ?, nuestra recomendación es que vayáis siempre por un proyector.
Volviendo a las sensaciones, los proyectores vuelven a ganar esta batalla, simplemente por una cuestión de luz: mientras que los televisores emiten la luz hacia nuestros ojos, los proyectores la reflejan en una pantalla al igual que sucede en los cines.
Atendiendo a la resolución, tanto los proyectores como los televisores ofrecen 4K, la más interesante para disfrutar de una buena experiencia tanto por calidad como por oferta de contenidos.
Como "pega" a los proyectores cabe destacar la instalación ? Más compleja ? Y el mantenimiento de estos, inherentes a su tecnología de emisión de luz, algo en lo que profundizaremos más adelante.
En nuestra guía de compra de proyectores profundizamos en los criterios de elección de un proyector, si bien aquí os esbozamos cómo ha de ser un buen proyector para montar un cine en casa.
Atendiendo a la tecnología empleada para generar imágenes en un proyector, encontramos básicamente tres: LCD (Liquid Crystal Display), DLP (Digital Light Processing) y LCoS (Liquid Crystal on Silicon). En rasgos generales, lo mejor de la primera es la naturalidad de los colores y buena luminosidad en color, del DLP destaca su contraste, luminosidad global, nitidez y la generación de imágenes muy brillantes; finalmente los LCoS combinan las ventajas de las dos tecnologías anteriores a costa de ser más caros.
Respecto a la densidad de píxeles y resolución, tendremos en cuenta que no solo estará determinada por la del proyector, sino también de la fuente de la que proceda el contenido. Para una experiencia de cine, mejor apostar por aquellos con 4K nativos (aunque también hay 8K con truco)
Las lámparas emisoras de luz también son determinantes. Vamos a encontrarnos de gas de alta presión, LED y láser. Mientras que los modelos más asequibles suelen integrar lámparas de gas, cuya vida útil es inferior y entregan menos brillo, en el otro lado de la balanza se encuentran las lámparas láser, los de más luminosidad, vida útil y consumo. En el punto medio, las lámparas de LED.
Atendiendo a la calidad de visualización, prestaremos atención a la cantidad de luz entregada, que se mide lúmenes ANSI, y cuyo punto de partida a considerar serán los 1000 lúmenes. Asimismo, nos fijaremos en el contraste nativo, que relaciona el negro más intenso y el blanco más puro, lo que en la práctica nos ayuda a ver mejor o peor las imágenes. En una sala oscura, un ratio de contraste nativo 1.500:1 es bueno, pero 2.000:1 o más es mucho mejor.
Finalmente prestaremos atención a la conectividad: cuanta más, mejor, ya que nos permite conectar más fuentes de vídeo diferentes. El HDMI es esencial para lograr una alta definición, pero también nos vendrá bien el VGA y S-Vídeo y DVI para conectar ordenadores.
Propuesta muy atractiva tanto por resolución como por oferta de puertos para lo que cuesta el ViewSonic X10 (1399 euros), que además de alcanzar el 4K y ser compatible con HDR alcanza la proyección de imágenes hasta 120". Aunque lo más indicado desde el punto de vista cualitativo es usar un set top box y altavoces, viene con dos altavoces Harman Kardon y el sistema operativo propio Aptoide, para proyectar desde internet. Es compatible con Alexa y Google Assistant
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Fecha: 08-08-20
Categoría: Articulo
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